jueves, 11 de octubre de 2012

Rebel with a cause

Si, está muy bien ser la hija bastarda de James Dean; tener un 2x1 en chupas de primera, ser invitada a cervezas de importación por todo tipo de desarrapado andante y ser, de vez en cuando, la portada en cueros de alguna revista de rock bajo el titulo de "Freedom". Lo llevo bien. Me gusta. Doy la imagen que ellos quieren ver, la que ellos creen, la que incluso yo me creo. Lo vuelo a repetir? Soy la hija de James Dean! Sí, un rebelde sin causa, y por lo tanto para mi no existen las ordenes ni la democracia. Vivo en la anarquía feliz de mi cuerpo y mente, en la cual la única que manda, ordena y actúa soy yo.
Me gusta el rojo de mis labios y mi libertad, aquella que refleja el título de las revistas en las cuales soy la musa de muchos en el acto onanístico o , para los amigos, pajillero.
Te gusto así, verdad? Cínica y amarga, como un buen café caliente por la mañana. Quieres enseñarme el mundo a tu manera bajo tus parámetros, dentro de la acidez y la pimienta de la situación. Púes sabes qué? Si escarbas o lames un poquito puedes encontrar un abanico de sabores aún vírgenes. Caos controlado, no? Púes no, te equivocas! Quiero letras, unas junto a las otras en fila india formando palabras, acumulándolas creando así oraciones para llegar a un sentido más o menos coherente. Normas, normas de puntuación, de estadística  de protocolo, ortográficas, de circulación, de convivencia  de comportamiento... sobretodo de comportamiento. Al menos diez, diez normas que  me enseñen a como comportarme contigo sin pasarme o pasándome de la raya. Quiero conocer el límite de tus posibilidades y  las mías. Sí, algo teórico.Necesitaremos papel, boli y un notario que verifique que todo está en orden dentro de lo establecido. Será nuestro contrato. Lo firmaré dejando debajo un beso implantado en el blanco del papel con el carmín recién puesto y a continuación haré lo que tu me digas  siguiendo paso a paso esas leyes de la gravedad que me hagan tocar tierra.
Quizás sin ese decreto poco a poco dejaré de pintarme los labios de rojo, de aparecer en revistas, de frecuentar  antros infectados en humo y grados de alcohol, y lo más importante: a renegar de mi padre, su moto y su reputación. Sin ese garabato y tus condiciones entras en terreno pantanoso. Corres el riesgo que le ponga leche al café y pase de las chupas de cuero a los camisones de seda y pelo suelto. Te seguiré gustando así? Por que ya no me miras? Y tu sonrisa prohibida? Ya no compras esas revistas? Donde quedó tu ironía?Se fue... junto a la verdad.
Sé el dictador que da un golpe de estado imponiendo su perspectiva Si no supone un peligro para mi integridad física y emocional seguiré ahí, con las ganas de arañar espaldas, saltar al vacío y subirme a una barra de streaptease" !. En cambio si tu escoba barre directamente para.. llámale casa, hogar familiar, nido de amor o granja de cerdos y mentiras... no lloverá a gusto de todos. Nos quedaremos sin electricidad, sin chispa, sin pellizcos y sin emoción. Transforma cada una de tus miradas por la ventana de lo imperfecto en palabras con palabras, puntos, comas, acentos y exclamaciones. Ponle un ritmo, una métrica, un tempo, una rima asonante o consonante. Puedes incluso utilizar metáforas y alguna pequeña comparación  eso sí, nada de nuestras queridas ironias. Así, con una estructura y todo tipo de parámetros y vetas,escribiremos nuestra historia de leyes y prohibiciones.




Papa, dale la última calada y descansa en paz.

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